Nuestro cerebro actúa como una esponja y más cuando somos pequeños. Aquello que nos repetían muchas veces, nos acompañará durante nuestro crecimiento repitiendonos una y otra vez el mensaje que terminamos, convirtiéndonos en algo que nos hicieron creer. ☑️ Tu no sirves para esto. ☑️ Eres un perdedor(a). ☑️ Cuidado. No subas alto, puedes caer. ☑️ La vida es un constante sufrimiento. Y un sin fin de #creencias impuestas que se vuelven limitantes para toda la vida. Si quiénes nos lo dicen son las persona que suponemos nos aman, entonces debe ser verdad. Y así lo creemos. Que no funcionara para nosotros no quiere decir que para nuestros hijos será igual. Y si tuvimos alguna habilidad, tampoco están obligados a qué la tengan. Lo que seguimos viendo como fracaso, nuestros hijos quizás lo vean como un resultado para mejorar y tener oportunidad. Así como cuando aguantas infidelidades y maltratos de tu pareja porque te enseñaron que el matrimonio es para toda la vida y lo que unió Dios no lo separa el hombre, tu hija no lo tiene porque aguantar igual. Esto se detiene cuando nos atrevemos a hacerlo diferente, demostrándonos que el mundo real es como lo percibimos nosotros mismos y no como los demás lo percibieron. Las creencias limitantes de otros no tienen porque ser nuestras y nuestras #creenciaslimitantes no tienen porqué ser transmitidas a nuestros hijos. La palabra tiene poder pero tenemos la opción de dar poder a las palabras que nosotros elijamos. Potenciemos, no limitemos. ¿Cuál fue esa creencia limitante que hiciste #consciente y decidiste cambiar? Si llegaste hasta aquí, deja tu like, y si te ha gustado, comparte con otros o deja tu comentario.
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