2022, el año que aprendí a amar mi cuerpo y hacer las paces con él. Para nadie es un secreto que he luchado con sobrepeso toda mi vida, a un lado a ello desórdenes alimenticios y dismorfia corporal. Esta lucha constante de querer comer sano, ser saludable y mantener este estilo de vida ha sido una pesadilla toda mi vida hasta el mes de julio de este año. Siempre recibí críticas de como debía hacer o que debía comer si deseaba perder peso, créanme que hice de todo (hasta por mi mente pasó operarme) pero aprendí que cuando hay ganas, dedicación y mucha disciplina somos capaces de crear cosas maravillosas. Estos cambios que ven acá no solo son físicos, también lo son internos. No soy la misma Maria del mes de enero, amo mi cuerpo tal cual como es, adoro en la manera que el trabaja para permitirme respirar, caminar, reírme, trabajar y disfrutar de la vida. ¿Y la comida? La comida no es mi enemiga, la comida es energía que mi cuerpo necesita para poder sobrevivir, gustos siempre me seguiré dando, sabiendo que con moderación existe un balance, que el hecho de prohibirme algo me hace mal y que mi progreso quizá no es el más rápido, pero tengo por seguro que si es un cambio permanente en mi vida. Cierro este 2022 con 24 libras menos, y muchísimo aprendizaje. Esto no hubiese sido posible sin @comienzoellunes que las gracias se quedan cortas, por enseñarme tanto y ser la mejor coach. Y obviamente a mi Nati @psicobehave por siempre estar allí y ayudarme a trabajar mi yo interior. 🫶🏻
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