-Antes del encierro- Esta foto fue tomada desprevenidamente antes de empezar una hermosa meditación llamada "Cantos para el alma". El japonés Masaru Emoto hizo un experimento con el agua. Se dirigía a ella con palabras de amor, de agradecimiento y música. Al observar dicha agua bajo el microscopio pudo ver cómo los cristales de hielo tomaban diferentes formas. También hizo el experimento de dirigirse al agua con palabras de odio y pudo observar cómo se descomponía el agua y no le salían cristales. Nosotros los seres humanos somos 70% agua. Y por ello nuestra agua vibra con los estímulos positivos y negativos. Una de las maneras más poderosas de hacernos vibrar positivamente es a través del canto. Y en esta terapia cantamos en grupo, improvisamos, vibramos, nos desahogamos y sanamos. Por eso nunca pierdan la oportunidad de cantar. No hay que ser profesional para hacerlo. Todos podemos cantar y sanar. Los exhorto a cantar en familia o solos en estos tiempos donde necesitamos vibrar alto.
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