El de la izquierda, apenas un niño de 15 años cumpliendo un sueño de jugar fútbol profesional y marcar su primer gol. El de la derecha después de un camino lleno de alegrías y tristezas llegando a una marca que no pensaba ni en sus mejores sueños, 200 goles. Que bendecido he sido y que privilegiado de haber convertido un sueño en una realidad. Tengo que agradecer a mis padres que creyeron en esta realidad antes que yo, me dieron fuerza cuando quería rendirme, me inspiraron con su ejemplo a perseguir mis sueños, también a mi esposa y a mis hijas por el soporte que han sido y la continuación de ese apoyo fundamental para alcanzar cada una de mis metas.
You've added this content to your favorites.

Post your comment
Load More