“¡Nuestra relación terminó!”. Ojalá y aquí en las redes también se hablara de esto. Ojalá pudiésemos vivir una ruptura con naturalidad, que fuese más fácil terminar y que no hubiese tanta presión social para tener pareja. Mientras tanto, en este mundo imaginario de las redes, fingimos que nada pasó, solo posteamos frases profundas y borramos nuestras fotos juntos. Solo presumimos los momentos felices y poco se ven los accidentes vividos, las discusiones y los conflictos. Cuánto nos serviría a todos los demás ver un poco más de realidad y así tener expectativas más realistas de la vida. Para entender mejor las redes sociales, me he hecho a la idea de que son como ir a una fiesta: no vas a contar tus pesares o dolores, solo sonríes y saludas porque es lo propio de la ocasión. Pero son necesarios espacios honestos de conexión. Así surgió el Diario de un duelo, un libro que escribí como resultado de un reto que vivimos juntas, para acompañarnos en nuestras rupturas. Yo con mis conocimientos, la teoría y la experiencia, ustedes con la compañía, el camino y los likes. Así le dimos vida a este proyecto que construimos en comunidad. Y Camila, una beauty que como muchas decidió ser honesta, ganaría un espacio entre nuestras líneas para compartir su verdad: la terrible historia del vecino que es tu ex y que se te aparece hasta en el pastel. Sea vecino, compañero de trabajo o de piso, todas tendremos que vivir al menos un duelo alguna vez. ¿Qué tal si nos lo hacemos más fácil? ¿Qué tal si lo llevamos de la cabeza al papel? Este libro se reedita y se imprime por primera vez y quiero que tú tengas uno de los primeros ejemplares firmados por mí. ¿Y quién soy yo para hablar de rupturas? Una psicóloga apasionada de la feminidad, que empezó a investigar sobre pensamientos, emociones y conductas de mujeres desde su tesis de secundaria, para luego estudiar una Maestría en Estudios de la Mujer. Y al conectar los puntos hacia atrás, como diría Steve Jobs, se dio cuenta de que tenía más de 17 años investigando sobre nosotras. Y en su vida personal, rupturas y relaciones disfuncionales le llevaron a entender y usar herramientas útiles para atravesar el duelo. Falta poco.
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