¿Cuál es el periodo más largo que has estado soltera? ¿Cuánto espacio has tenido para conocerte? ¿Cuanto tiempo te has dedicado a salir sola contigo? Cada relación es un proyecto que conlleva trabajo, retos y dificultades. Una relación no solo es compañía, alegría, besos y amarse. Si es así, ¿por qué pasas de una relación a otra sin permitirte detenerte, sin permitirte cuestionarte? Una relación de pareja involucra responsabilidad afectiva, no solo con el otro sino también contigo. ¿Te has permitido sanar tus heridas? ¿Te has dado espacio para darle significado a lo que has vivido? ¿Te has dado el chance de respirar antes de emprender un nuevo comienzo? Imagínate cada relación como si fuera un puesto de trabajo del que no tienes vacaciones pero disfrutas, ¿acaso no crees necesaria una pausa para recomponerte, descansar, reposar lo aprendido y continuar? Y si llegaras a decir “del trabajo no puedo descansar porque necesito ingresos”, te preguntaría ¿y de la relación qué te impide descansar? Siempre antes de empezar a conocer a alguien, tómate el tiempo para preguntarte qué buscas en el vínculo, para qué quieres tenerlo, qué necesidades físicas y psíquicas deseas satisfacer, qué te gustaría de una relación y porqué, qué no te gusta y porqué, y por supuesto, qué es eso que no negociarías. Tener claro esto ayuda a entrar a un nuevo vínculo más consciente, no solo por la otra persona sino también por ti. Te lo mereces ❤️
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