Mis inicios emprendiendo no fueron nada fáciles, aunque por lo general, nunca lo son. Me costó un montón. Eran muchos los motivos para que no fuera fácil. Desde que tengo memoria que me apasionó el fútbol. Jugué en diferentes clubes y a diferentes niveles: cadete, selección universitaria, tercera división, club de barrio y club de liga, además de haber sido seleccionado chileno de futsal. Cuando decidí que mi sueño de ser futbolista no sería posible y que mejor estudiaría en la universidad, solo tenía una idea en la cabeza: seguir vinculado al fútbol más adelante, aunque no sabía ni cómo ni dónde ni en qué, pero tenía claro que quería seguir haciendo algo en la actividad que tanto amaba. Comencé a introducirme al mundo de la gestión deportiva de forma muy natural, a eso de los 22 años. Mientras estudiaba periodismo buscaba hacer actividades que me llenaran y donde pudiera desarrollarme en mi pasión. Así fue como fundé Solo Cracks, que en ese tiempo era una agencia de “Imagen Deportiva” y además participé activamente con una agencia de representación de fútbol masculino ya existente y luego en la creación de una desde 0. Viví en mis inicios muchas dificultades, me endeudé y perdí hasta lo que no tenía, fui traicionado y estafado económicamente. En esos momentos tuve que hacer cosas que hasta hoy nadie sabía. Trabajé de Uber en mi auto, un Hyundai Veloster del año, durante todas las noches por casi un semestre. ¡CONTINÚA EN LOS COMENTARIOS ⬇️ !
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