Querido hijo, Hoy, en este día tan especial, celebramos tu cuarto cumpleaños. Parece que fue ayer cuando te tuve en mis brazos por primera vez, y ahora te veo crecer y convertirte en un niño maravilloso. Quiero aprovechar esta ocasión para expresarte todo el amor y orgullo que siento por ti. Desde que llegaste a nuestras vidas, has llenado cada día con tu risa contagiosa, tu curiosidad insaciable y tu energía inagotable. Eres un ser lleno de luz y alegría, y tu personalidad única nos ilumina a todos los que te rodeamos. Has aprendido y crecido tanto en estos cuatro años. Recuerdo cuando diste tus primeros pasos, pronunciaste tus primeras palabras y exploraste el mundo con asombro. Cada logro y cada pequeño avance en tu desarrollo nos ha llenado de emoción y satisfacción. Eres un niño valiente y creativo. Me asombra tu imaginación desbordante y cómo puedes convertir cualquier objeto en un mundo de aventuras. Me encanta ver cómo te sumerges en tus juegos y cómo aprendes constantemente, absorbiendo todo lo que te rodea. Quiero que sepas que siempre estaré aquí para apoyarte en cada paso de tu camino. Te animaré a perseguir tus sueños, a explorar nuevas posibilidades y a nunca dejar de aprender. Puede que enfrentes desafíos en el futuro, pero confío en tu fortaleza y en tu capacidad para superar cualquier obstáculo. Eres amado incondicionalmente, no importa qué. Siempre contarás con mi amor y mi apoyo, en los buenos momentos y en los malos. Prometo estar a tu lado, guiándote y brindándote mi cariño en cada etapa de tu vida. Feliz cuarto cumpleaños, mi querido hijo. Que este día esté lleno de alegría y felicidad. Estoy emocionado por ver cómo continúas creciendo y descubriendo el mundo. Eres un regalo precioso en mi vida y estoy agradecido por cada segundo que pasamos juntos. Te amo más de lo que las palabras pueden expresar. Que este nuevo año esté lleno de aventuras, aprendizaje y amor. ¡Feliz cumpleaños, mi pequeño gran dinosaurio!
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