En el corazón de cada hogar, se encuentra una madre. Una mujer que da todo de sí misma, sin esperar nada a cambio. Una fuente inagotable de amor, sabiduría y fuerza. Gracias por su incansable dedicación, por enseñarnos con el ejemplo, por llenar nuestras vidas de alegría y por ser nuestro refugio seguro en los momentos difíciles. Mamá, eres mi ángel de la guarda, mi confidente y mi mejor consejera. Gracias por ser mi apoyo incondicional en cada paso que doy. Hoy y siempre, te admiro y te amo con todo mi corazón.
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