Un día, un amigo y maestro de la vida, me compartió la enseñanza de que la persona que te atienda, ayude, asista, secunde y/o colabore contigo, en cualquier restaurante, consocio, empresa; va a ser mejor (hablo de la estadía, la convivencia, la cercanía) si le preguntas su nombre y te refieres a él o ella, como tal. Así encuentro desde hace tiempo, a personas en todas partes, que me acompañan por un rato, aunque este sea de tres minutos o la vida caminando… fue entonces que conocí a Lucio Roberto, vendedor de pan en la Plaza Principal de Charcas, San Luis Potosí, y cuando digo vendedor de pan, prometo que no era cualquier vendedor de pan (que nada malo tiene de ser cualquier vendedor de pan) es decir, Lucio Roberto, desde que llegó con su energía y atención, hasta donde estaba yo rodeado de mi familia, se mostró como una persona con un sentimiento y corazón enjundioso, sonrío desde el primer segundo y a cada rato fue haciendo más y mejor, la estadía en los minutos en los que hicimos nuestro trato. Yo que no tenía hambre (Que igual que siempre tengo) salí de nuestro convenio con dos piezas que minutos después para sorpresa de nadie iba a terminar comiendo. Nos habló a todos por igual, aunque he de decir que a mi padre, tipo que iba a celebrar nuestro contrato dando el dinero exacto y correcto a nuestro amable vendedor, digamos que le habló de mejor manera, pero es que, tenía que haber visto a Lucio y su dinamismo. Tengo la inoportuna de mirar a las personas en cualquier parte, cuando estas disfrutan su trabajo, aunque cuando disfrutar sepa que no es lo mismo que hacer feliz, aunque ser feliz no signifique lo mismo que sostener… pero Lucio Roberto hasta este momento de la vida, ha entendido seguramente, que el acto de vender este alimento básico que forma parte de la dieta tradicional, no es sólo cuestión de dejar e irse hasta encontrar otro cliente, el sabiendo o sin saber, ha llegado a más, ha entregado más y me dejó una sonrisa y una nostalgia cuando se fue y le dije -Que vendas mucho pan… ( suspiro trayendo su nombre de regreso hasta ese momento) … Lucio Roberto- y respondió -Ojalá que sí… y ese soy yo, Lucio Roberto, el que vende pan en la carretilla-.
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