POSTALES (Y LAS NOTAS QUE SE ESCRIBIERON SOLAS) Llegará un momento en que creías que todo ha terminado. Hace tiempo pero no hace mucho, llegué como hoy por primera vez a un Samborns, de aquel que fui hasta hoy han pasado casi veinte años (carajo, sí fue hace mucho) jodidamente crecí siendo un adulto, para bien o para mal, pero vamos, he estado envejeciendo con dignidad, al menos eso creo, perdón por tanta vanagloria… de ese modo, así ha sido con mis letras (al menos eso es lo que me dicen) y también así ha sido con mis amores (al menos eso es lo que me hago creer) entonces bien, me tienes allí, aquí, esta noche como otras tantas noches donde invento un nuevo personaje al llegar, buscar entre los pasillos de la tienda, algún libro para la compañía, ya sabes, no existe mejor compañero ante la adveridad, ni Sancho más escudero, además que hoy salí de casa sin mochila ni librero, avanzó entre los pasillos hasta sentarme en la barra, saludar a quién atiende, pido la misma sopa de tortilla, la de siempre, así, sin chicharrón, también sin crema y ante todo pronóstico, y de las misma forma de siempre, sin aguacate, eso sí, tres chiles toreados, lo sé, no estamos en el TENAMPA, ojalá la vida me permita regresar pronto al TENAMPA, tampoco hoy en el Samborns de los Azulejos, cuánto daría por estar esta noche en el Samborns de los Azulejos… aquel que me llevo a conocer por primera vez Fuentes frente a la narrativa de Inquieta Compañia, aquel en el de las primeras citas siendo Estudiante de la UNAM, saliendo de periódico donde trabajaba, o regresando de una marcha donde nos jugábamos la vida, citas que no supe que lo fueron hasta años después, aterrizajes en la mesa antes de irnos a alguna construcción, antes de perdernos, antes de fugarnos; me miro en este momento frente al móvil, esta luz tenue, amarillenta denota todo cansancio, pero frente a estos ojos, aún queda la mirada de aquel chico que nunca se rendía, la gente habla a mi alrededor, no entiendo nada, lo que digo dentro de mí grita tan fuerte que a veces me cuesta escuchar a la gente, leo setenta y tres páginas de mi nuevo libro, que tal vez se vaya a la torre de libros que leo en este... (continúa en facebok)
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