El sol quemando el disfraz, diurna fortaleza amplio designio, estrellas doradas que alcanza vuestro inicio, y yo, que acompasado regreso a los ensambles donde siempre he sido. Luchas de más de quinientos años hasta los entonces vosotros, que alzan la voz, extienden las manos, cambiando el destino. Y allí van, irán los cantos de que teneros amplían vuestro mejor indicio, columnas vuestras arraigadas a las ciudades que soñamos de utopía y donde biengastamos la fuerza de lo que encendemos vivos hasta algún otro día, en que venguemos y no, en que viva la enjundia y sí. #DiarioDeUnTechero
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